Con la llegada del verano, lo más habitual es que nos preocupemos por hidratarnos bien y proteger nuestra piel. Pero además de estos cuidados especiales, también deben tenerse en cuenta los ojos. El verano es una época en la que nuestros ojos pueden sufrir mucho y por ello no debemos olvidar cuidarlos. Existen múltiples factores que aumentan el riesgo de molestias o enfermedades en los ojos, el sol, los aires acondicionados, las piscinas entre otros, aumentan la incidencia de conjuntivitis y queratitis, especialmente en niños, personas mayores y usuarios de lente de contacto. Para prevenir esto, es importante que sigas algunos consejos y así cuidar tus ojos en verano.
Protege tus ojos del sol y de los rayos
La radiación ultravioleta (UV) aumenta de forma considerable en verano. Los rayos UV no solo producen quemaduras en la piel, sino que también pueden dañar los ojos, quemando la córnea y produciendo queratitis superficial. Una excesiva exposición de los ojos al sol puede acelerar la progresión de cataratas e incluso llegar a producir quemaduras en la retina. El melanoma ocular (un tipo de cáncer) también puede estar vinculado a una excesiva exposición solar.
Consejos:
- Nunca mires directamente al sol, aunque estés con gafas de sol.
- Evita las largas exposiciones al sol.
- No tomes sol con las lentes de contacto puestas. Si las llevas, asegúrate de que son lentes con filtro para rayos UV de buena calidad. Toma el sol con los ojos cerrados, incluso con las gafas puestas.
- Utiliza gafas de sol con filtros protectores que bloqueen el 100% de los rayos UV.
- Usa un sombrero o una gorra con visera.
Protege tus ojos en el agua
En verano las piscinas son un importante foco de irritaciones e infecciones oculares. El cloro irrita la conjuntiva del ojo, dando lugar a queratoconjuntivitis. Además, muchas veces no es suficiente para acabar con algunos patógenos que se encuentran en el agua de las piscinas, y que producen conjuntivitis bacteriana e incluso algunas formas graves de queratitis (por acanthamoeba, una ameba que invade la córnea con efectos muy adversos). En la playa, la sal puede producir irritaciones, por lo que también es importante que sigas las siguientes recomendaciones.
Consejos
- Usa gafas de piscina o gafas de buceo para proteger tus ojos del cloro, la sal marina y las bacterias u hongos que pueden estar presentes en el agua. Así te protegerás de infecciones e irritaciones.
- Evita nadar con las lentes de contacto puestos y, si lo haces, usa lentes desechables de un solo uso.
Evita la sequedad ocular
En verano, el uso prolongado del aire acondicionado aumenta la incidencia del “síndrome del ojo seco”. El calor aumenta la evaporación de las lágrimas, resecando el ojo. La sequedad ocular ocasiona, ardor, visión borrosa, sensibilidad a la luz y sensación de arenilla en el ojo.
Además, si no se realiza convenientemente el mantenimiento y limpieza de los sistemas de ventilación se puede favorecer la aparición de infecciones.
Consejos:
- Mantén la temperatura del aire acondicionado entre 21 y 26 grados.
- Realiza un mantenimiento adecuado de las instalaciones de ventilación.
- Utiliza colirios y lágrimas artificiales de manera habitual para evitar la sequedad ocular.
¿Cómo actuar ante los problemas oculares en verano?
- Lesiones en la córnea por una excesiva exposición al sol: acude urgentemente al oftalmólogo.
- Ojos irritados por el cloro de la piscina: acude al médico, quien prescribirá un tratamiento.
- Ojos irritados por el agua de mar u ojo seco debido al aire acondicionado u otros factores: usa lágrimas artificiales para calmar la irritación.
- Infección ocular por bacterias u hongos: acude al médico, quien prescribirá un colirio antibiótico.
- Cuerpo extraño en el ojo (por ejemplo, arena fina de la playa): lava los ojos con suero fisiológico y acude al oftalmólogo para una evaluación.
Clínica Oftalmológica ISV cuenta con oftalmólogo las 24 horas del día, no dudes en ir si presentas alguno de estos problemas.