Dr. Gerardo Andrade: Baja Visión, una condición que aumenta en la población de adultos mayores

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Se trata de una  condición o etapa en la pérdida visual que presenta cada vez mayor demanda y que afecta de forma importante la calidad de vida de las personas adultas mayores, pero también a niños. 

El Dr. Gerardo Andrade Cifuentes es especialista en Oftalmología de Clínica Oftalmológica ISV y explica que esta especialidad de la medicina siempre le atrajo, desde que comenzó a estudiar. “Fui un tiempo a Alemania, durante dos años estudié allí esta  especialidad. Finalmente, terminé la formación en Perú, a través de una beca de la  Asociación Panamericana de Oftalmología. Fue bien útil porque pude ver diferentes aspectos, la experiencia en el Perú fue mucho más práctica y en Alemania fue mucho más académica”.

Llegó a Chile el año 1991 y comenzó a trabajar por un tiempo en los hospitales públicos de la zona, es decir, en el Hospital Dr. Gustavo Fricke y  Hospital Van Buren, para luego dedicarse  a la consulta privada.

“Básicamente, yo trabajo en Segmento Anterior, que es principalmente la cirugía de catarata, glaucoma, y cirugía refractiva. Hace unos diez años que me interesó el tema de la Baja Visión. Viajé en dos oportunidades a México, a formarme con gente que tenía mucha experiencia en el tema”, señala el Dr. Andrade.

¿Y qué se entiende por Baja Visión?

Se define como Baja Visión cuando un profesional, después de haber hecho todos los tratamientos posibles, y de hacer la mejor corrección óptica posible con los medios habituales, no logra que el paciente vea más allá de 20/70 o un 30% con el mejor ojo. Si le sumamos a esto  un campo visual reducido, de no más de 10 grados desde el punto de fijación, obtenemos una visión muy elemental y básica,  que origina una gran discapacidad visual.

Y en nuestro país ¿qué cantidad de personas se ven afectadas por esta situación?

Tiene una prevalencia de más o menos del 2% de la población general. Y en la medida que nosotros vayamos envejeciendo, vamos a tener cada vez más pacientes con problemas visuales severos, que no se van a poder corregir por los medios habituales  de las monturas y los lentes. Vamos a tener que recurrir a métodos especiales que se usan en Baja Visión.

Las causas son diversas, y son diferentes en las personas adultas y en los niños. En las personas adultas, lejos la primera causa de baja visión, es la degeneración macular relacionada a la edad, que es el fondo, debido al envejecimiento de la parte central de la retina, que es lo que ocasiona la pérdida de la visión central, de lectura por ejemplo.

Hay otras causas en los adultos, que también son frecuentes, como es la maculopatía diabética. La diabetes hoy día la entendemos como una epidemia, y por lo tanto, tenemos que estar preparados para que haya cada vez más gente con problemas visuales secundarios a la diabetes. El glaucoma también es causa importante de  discapacidad visual.

Hay otras enfermedades, menos frecuentes, pero no menores, como la retinopatía pigmentosa, que es una enfermedad degenerativa de la retina, y la degeneración retinal miópica debido a alta miopía o miopía severa degenerativa.

¿Los niños también pueden presentar baja visión?

En los niños, las principales causas son más bien definidas por patología propia de los recién nacidos, y también relacionadas con el avance de la tecnología. Hoy día podemos hacer que sobrevivan recién nacidos de muy bajo peso, que antes fallecían y estos niños, cuando están expuestos a altas concentraciones de oxígeno por mucho tiempo, pueden desarrollar una enfermedad que se llama retinopatía del prematuro. En los niños tenemos también como causa el glaucoma congénito, la catarata congénita.

En otros países más bien tropicales, hay otras causas como la toxoplasmosis, en Brasil es la principal causa de baja visión en niños.

¿Y en nuestro país podemos abordar esta situación si cada vez hay más población envejecida?

Claramente, no estamos preparados. En Chile, hace muchos años, hay un centro que se dedica a los pacientes con discapacidad visual que está en Concepción, que es  COALIVI, ellos han sido pioneros. En Santiago y algunas ciudades en regiones encontramos esfuerzos individuales  por abordar el tema.

¿Y cómo los pacientes pueden adoptar conductas preventivas al respecto?

Como medida preventiva está el adecuado control oftalmológico en general, con cualquier médico oftalmólogo. Dependiendo de la edad y la patología, existen diferentes tipos de recomendaciones, pero sobre los 40 años se recomienda un control una vez al año. Igualmente, en niños que están empezando a usar anteojos, deberían controlarse una vez al año, y precozmente, se dice que a los 6 años o antes, debiera tener su primer control oftalmológico. Como factores de riesgo, son todas aquellas enfermedades que potencialmente afectan al ojo, pero que van a redundar en patologías que cualquier oftalmólogo puede manejar, por ejemplo en pacientes diabéticos, está el control adecuado metabólico donde entran todos los otros factores como obesidad, tabaquismo, sedentarismo, enfermedades asociadas como hipertensión arterial y dislipidemias.

¿Y cuáles son las alternativas de tratamiento?

Respecto de las alternativas de tratamiento, el Dr. Andrade señala: “las alternativas de manejo las dividimos en ayudas ópticas, ayudas no ópticas y ayudas electrónicas, las ayudas ópticas incluyen anteojos especiales de alta graduación, ocasionalmente, con adición de prismas, también lupas de apoyo o manuales. Las ayudas no ópticas abarcan desde los filtros hasta lentes fotocromáticos y polarizados y en las ayudas electrónicas destinadas a la baja visión severa, tenemos diversos sistemas CCTV, tipo charola o portátiles, pero son de elevado costo, también video lupas y programas especiales para trabajar en el PC”. Hoy son de gran ayuda los smartphones y tablets que con una gran intensidad de la luz permiten fácilmente aumentar el tamaño de los objetos.