Dr. Gonzalo Duarte: Uveítis, una enfermedad que requiere un enfoque multidisciplinario

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El médico sub-especialista en uveítis de Clínica Oftalmológica ISV, Dr. Gonzalo Duarte, explica en qué consiste esta enfermedad, sus causas y orientaciones de tratamiento.

Con el fin de conocer que es la uveítis y cuál es la relación que posee con las enfermedades autoinmunes e infecciosas, el Dr. Gonzalo Duarte, médico oftalmólogo de Clínica ISV, subespecialista en Uveítis, explica de qué se trata esta patología, cuáles son sus causas y sus síntomas.

El médico, quien estudió Medicina en la Universidad de Valparaíso y realizó su especialidad de Oftalmología en el Hospital Carlos Van Buren, nos comenta que  su interés en dedicarse a la subespecialidad de Uveítis y Enfermedades Inflamatorias Oculares, nació de la necesidad de contar con esta área de desarrollo en la región y, desde el punto de vista clínico, por la especial relación que esta patología visual tiene con otras especialidades de la medicina, puesto que “que las uveítis pueden estar asociadas a enfermedades que van más allá del compromiso netamente ocular”, señaló.

¿Qué son las Uveítis?

Las uveítis son procesos inflamatorias de la úvea, que corresponde a la capa media del ojo, la cual se ubica entre la esclera y la retina y está conformada por el iris, los cuerpos ciliares y la coroides. Existen uveítis de origen infeccioso y otras provocadas por procesos autoinmunes.

Como explica el Dr. Duarte, “las enfermedades autoinmunes son aquellas donde el sistema inmunitario ataca células del propio organismo, generando diferentes consecuencias dependiendo de los órganos a los que comprometa. La patología autoinmune más frecuente en nuestra población es la Artritis Reumatoide, que puede asociarse a procesos inflamatorios oculares.

Sin embargo, hasta en el 50% del total de los casos de uveítis, a pesar de realizar estudios dirigidos, no se encuentra una causa subyacente de la inflamación (uveítis idiopáticas). Y en el caso de las uveítis infecciosas, los agentes patógenos más frecuentes en nuestro medio son el Virus Herpes y Toxoplasma gondii”.

Los pacientes tienden a presentar síntomas comunes como dolor ocular, fotofobia, visión borrosa, ausencia de secreción ocular, y también pueden presentar un color rojo intenso en uno o los dos ojos.

Un mal que afecta a muchos

Esta patología, explica el Dr. Duarte, requiere un abordaje multidisciplinario. “Existen casos donde la inflamación ocular corresponde al primer signo de una enfermedad autoinmune que aún no se ha manifestado en el resto de los órganos. En otros, el compromiso ocular y el articular pueden desarrollarse en forma totalmente independiente, por lo que podemos tener un paciente con inflamación ocular severa, pero sin manifestaciones articulares. Por esto, es importante mantener una comunicación fluida con los reumatólogos para ir informando de los hallazgos oculares y de la necesidad de ajustes en los tratamientos que reciben los pacientes”.

Su tratamiento, es distinto dependiendo de su causa. “Se utilizan antibióticos, antivirales, antiparasitarios y antifúngicos dependiendo del caso, asociado al uso de esteroides locales y sistémicos, dependiendo de la severidad de la inflamación. En el caso de las uveítis de causa autoinmune, los tratamientos son más complejos, ya que requieren el uso de fármacos inmunosupresores, que nos ayudan a disminuir la respuesta del sistema inmune”.

Quienes están más susceptibles de presentar esta enfermedad son los pacientes que ya poseen una patología autoinmune o inmunodeficiencias como pacientes trasplantados o con VIH avanzado. El Dr. Duarte, agrega que “a nivel mundial la incidencia de las uveítis se encuentra entre 15 a 17 casos anuales por cada 100.000 habitantes, con una prevalencia muy variable, dependiendo de las distintas series internacionales publicadas. En Chile, sólo existen datos de un trabajo publicado por el Departamento de Úvea del Hospital del Salvador en Santiago, que corresponde a un centro de derivación a nivel nacional, por lo tanto sus datos no son aplicables a la población general”.

Finalmente, detalla que, si bien “no existen conductas preventivas para las uveítis en general, en pacientes con enfermedades autoinmunes, el encontrarse en controles periódicos y con tratamiento inmunosupresor bien llevado, disminuyen su riesgo de presentar uveítis a lo largo de los años. Mientras más precoz sea la consulta y el inicio del tratamiento de las uveítis, mejor será el pronóstico visual de los pacientes, ya que disminuyen las probabilidades de desarrollar complicaciones asociadas, como glaucoma, cataratas, entre otras”.