Un tratamiento oportuno puede detener el progreso de esta enfermedad, la cual puede llevar a la ceguera irrecuperable.
El glaucoma es una enfermedad silenciosa que afecta a alrededor del 1% y 3% de la población mayor de 40 años* y es la primera causa de ceguera irreversible. Por esta razón, y dada la importancia de su detección precoz, el Dr. Fernando Cofré, oftalmólogo de Clínica ISV, explica que “se trata de una enfermedad importante en la sociedad, porque el 50% de los pacientes que tiene glaucoma, no sabe que lo tiene, y el 50% de los pacientes que debieran usar tratamiento lo usan mal o no lo saben usar”.
¿Qué es el glaucoma?
Esta patología “se caracteriza por un daño en el nervio óptico. Puede o no estar relacionada con la presión intraocular. En general, la gran mayoría de los glaucomas se acompañan de presiones intraoculares elevadas, pero también hay glaucomas que tienen presiones intraoculares bajas”, manifiesta el facultativo. El glaucoma es una enfermedad crónica, silenciosamente progresiva y que se relaciona en general con la presión alta.
De acuerdo con el Dr. Cofré, “una de las características generales es que el glaucoma es silencioso. Pero hay manifestaciones que pueden llevar a su sospecha, como tener los ojos rojos, sentir dolor ocular asociado a cefaleas, tener visión coloreada del contorno de las imágenes y fotofobia. Esos son síntomas y signos que pueden apuntar al glaucoma y que le servirán al oftalmólogo para definir en conjunto con exámenes, que la enfermedad está presente”.
En general, “todo paciente mayor de 40 años debiera ser evaluado por su oftalmólogo para buscar la enfermedad. El diagnóstico se hace a través de un examen oftalmológico completo y exámenes generales de glaucoma, como son el campo visual, la curva de presión, y el escáner del nervio óptico, que se llama OCT. El daño en el nervio óptico daña desde la periferia al centro. Por eso el paciente con glaucoma no se da cuenta de la pérdida del campo visual. No hay un daño central de la visión, el paciente no se da cuenta de este avance progresivo de la restricción en el campo visual”, agrega.
Tratamientos y factores de riesgo
Existen enfermedades que están asociadas como factores de riesgo del glaucoma, como la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo. “Los antecedentes familiares son sumamente importantes. Existe un factor hereditario que toma cada vez más peso, y por lo tanto, familiares directos, padres, hermanos y tíos, que tengan un paciente con glaucoma, debieran hacerse un examen para descartarlo”, puntualiza.
El objetivo del tratamiento para el glaucoma es detener la enfermedad, ya que no se puede mejorar. “La enfermedad va avanzando a través de la vida, por lo cual es importante disminuir a cero su progresión, y eso se hace vigilando el tratamiento con exámenes cada 4 a 6 meses”. En general, el 90% de las personas que poseen la enfermedad se tratan medicamente, con gotas, o con láser, y “si el paciente no responde a estos dos tratamientos, se pasa a la fase quirúrgica. Por lo tanto, la población debe saber que, en la actualidad, con un tratamiento de gotas se trata la mayoría de los glaucomas, y los glaucomas refractarios a esos tratamientos, rebeldes o de evolución agresiva, se tratan quirúrgicamente, que son los menos frecuentes”, explica.
El Dr. Fernando Cofré finalmente advierte que “hay que tener cuidado con los tratamientos alternativos, los estudios mundiales, correctos y bien hechos, demuestran que el tratamiento con gotas, con láser y cirugía, detienen la enfermedad y está comprobado”.
*Fuente: Sociedad Chilena de Oftalmología