Una de las dolencias que afectan con mayor frecuencia a nuestros ojos, es la conjuntivitis bacteriana, la que consiste en la formación de una capa dentro del párpado. Se origina por bacterias que causan una infección en el ojo, que puede venir de la misma persona, o ser transmitido por otra que padezca conjuntivitis. Por ello, es que los síntomas más característicos se manifiestan con el enrojecimiento ocular, además de molestias y secreciones.
Conjuntivitis bacteriana: su tratamiento
El tratamiento de la conjuntivitis bacteriana requiere de una visita a un centro oftalmológico. Básicamente consiste en la aplicación de gotas antibióticas recetadas por el médico varias veces al día durante 7 a 10 días, aproximadamente.
Por lo general, los síntomas desaparecen en dos o tres días. Es importante mencionar que se debe tratar de forma correcta y no usar los medicamentos recetados de forma indiscriminada. Esto, ya que se puede generar un daño mayor en las estructuras oculares, debido a la resistencia a antibióticos del patógeno. Para prevenir siempre consulte a su médico oftalmólogo.
Asimismo, para asegurar la efectividad del tratamiento, se recomienda mantener los ojos siempre bien limpios y libres de secreciones, mediante el uso de una compresa limpia empapada en suero fisiológico.
Síntomas de la conjuntivitis bacteriana
- Enrojecimiento del ojo afectado, o de ambos
- Producción excesiva de lágrimas
- Presencia de una secreción espesa y amarillenta
- Hipersensibilidad a la luz
- Sensación de arenilla en el ojo afectado.
- Dolor de ojos acompañado de constante picazón.
La conjuntivitis bacteriana es bastante contagiosa, por lo que se recomienda evitar el contacto cercano con otras personas, así como el uso de toallas o prendas de vestir cercanas a los ojos.
Si el tratamiento no se realiza de forma correcta, la infección que da origen a la conjuntivitis bacteriana puede evolucionar hacia la córnea, generando síntomas como dificultad para ver y un aumento del dolor.