Una de las indeseadas consecuencias de la diabetes es la retinopatía diabética, que consiste en un daño progresivo en la retina del ojo, el que puede llegar a producir ceguera. En este contexto, se estima que más de un 50% de los pacientes enfrentarán algún nivel de daño ocular una vez transcurridos 10 años de haber sido diagnosticados con diabetes.
Cumplir las reglas no resulta fácil, sobre todo cuando hablamos del consumo de ciertos alimentos. La diabetes es una enfermedad crónica que origina una serie de trastornos en el organismo como insuficiencia renal, amputación de algún miembro inferior, infarto o angina de pecho (predisposición a paro cardiaco).
Los efectos producidos por la diabetes tienen repercusiones en la salud integral de cada uno de los individuos, por lo que los ojos no se quedan atrás.
¿Qué es la Retinopatía Diabética?
La retinopatía diabética, es una enfermedad ocular que ocurre cuando hay cambios en los vasos sanguíneos en la retina. A veces, estos vasos pueden dañarse y dejar escapar fluidos, o inclusive taparse completamente. En otros casos, nuevos vasos sanguíneos anormales crecen en la superficie de la retina, que obstruyen visión o producen hemorragias. Todo esto es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera.
Los pacientes con diagnóstico de retinopatía diabética, no notan ningún cambio en su visión inmediatamente. Sin embargo, con el tiempo la retinopatía diabética puede empeorar y causar una pérdida en la visión. Generalmente la retinopatía diabética afecta ambos ojos.
¿Quién corre el riesgo de desarrollar una Retinopatía Diabética?
Todas las personas con diabetes, tanto del tipo 1 como del tipo 2, corren riesgo. Por eso, todas las personas diagnosticadas con diabetes deben realizarse un examen completo de la vista con dilatación de las pupilas, por lo menos una vez al año.
Si usted tiene retinopatía diabética, su oftalmólogo le puede recomendar un tratamiento para prevenir el progreso de esta enfermedad. Sobre todo, teniendo en consideración que las personas que no controlan la diabetes corren mayor riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
¿Tiene algún síntoma la Retinopatía Diabética?
La retinopatía diabética frecuentemente no ofrece ninguna señal de advertencia temprana; no obstante, no espere a tener síntomas. Asegúrese de realizarse un examen completo con las indicaciones de su médico oftalmólogo.
¿Cuál es el tratamiento?
El paciente debe tener un control estricto de la glicemia. En caso de que la retinopatía esté causada por la hipertensión arterial debe controlarla y también una posible insuficiencia renal.
En caso de los pacientes diagnosticados con diabetes tipo 2 es necesario realizar cuanto antes un estudio del fondo de ojo. En aquellos que padezcan diabetes tipo 1, el examen se deberá realizar a los 5 años de su diagnóstico.
Las revisiones posteriores deben llevarse a cabo anualmente si el fondo de ojo es normal o si hay una retinopatía diabética leve. Si la retinopatía diabética es moderada, las revisiones se realizarán cada seis meses y cada cuatro meses si se sospecha riesgo de la forma proliferativa.
El tratamiento de base de la retinopatía diabética es la fotocoagulación con láser en una o varias sesiones. Se pueden asociar inyecciones intravítreas de medicación antiangiogénica en algunas formas con neovasos. Para tratar el edema de la mácula, las inyecciones intravítreas de medicación antiangiogénica se pondrán solas o asociadas también al láser. También se pueden usar corticoides dentro del globo ocular. Las posibles complicaciones se tratarán con cirugía.
Es importante tener claro que “el tratamiento no quita la enfermedad y muchas veces no se puede recuperar visión”, por eso los mantener los controles y una constante prevención es la forma más segura para evitar llegar a la ceguera por retinopatía diabética.